Antes de llamarle, provoqué un buen lugar, música de fondo, luces tenues, todo preparado para una vez más ilusionarme con su voz y envolverme en su elegancia, en su tonalidad, en sus recuerdos. Me gustaba la idea de que cuando hablaba con ella todo su mundo se centraba en mi, y aunque sólo fuera por medio de una llamada lo disfrutaba....
No me enamoré de ella, simplemente pensé que tenía cosas diferentes, pensé que dentro de mi mundo, su mundo podría ser un mundo especial, la veía diferente, elegante, femenina, era perfecta. Falso, jamás se me dio por comprobarlo, sólo fingí que ella lo era, y poco a poco me fui creyendo que en verdad lo era, y es que tal vez puede que lo sea, pero al final descubrí que en mi mundo supe que su nivel de chica especial se había esfumado...
- Alo!!!- Hola, como estás- Bien y tu como vas....
En una situación de esas, percibí que tal vez te estaba exaltando mucho más de lo que debía. No encontré nada de la persona que hice a través del velo de mis fantasías y esperanzas, fuiste como otras, como muchas otras, más no como todas, insensible y falsa.
En ese momento entendí que había un error, y que tal vez no era tuyo, era totalmente mio, y lo era, por querer hacer de ti alguien que tal vez estabas lejos de lograrlo. Entendí que el ser perfecto o deseado no se arma a través de fantasías, sino que se encuentra a través de las realidades, y que la razón, vaya que tiene la razón.
Esto tiene que terminar y sin tanta prisa la llamada tuvo un corte final, mi voz seca y decepcionada te dijo, ADIÓS!!, lo mejor, ni te inquietante en preguntar porque lo hacía, sólo reíste y dijiste, "bueno, adiós".
No habrá otra oportunidad, no habrá otro espacio, no habrá otra llamada, si queda el recuerdo y la lección aprendida, si queda el recuerdo y la lección entendida, si queda el maldito recuerdo y si que cuesta entender la lección aprendida. Esto se llama vida...
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