jueves, 25 de febrero de 2021

AMBIGÜEDAD



Es intrínseco
 el dolor que siento, el desespero que a veces me invade y me carcome por culpa del recuerdo, los momentos y el tiempo junto a ti. 

Hoy te miro desde la ventana de la resignación, sin embargo no soy ajeno aun a la pena, al dolor, a recordarte. A veces me exaspera que le des ese amor que fue mio a alguien mas. Me gana la sensación de impotencia tener simplemente que aceptar mi nuevo rol, y no buscarte, no llamarte, jugar a ser invisible, a suponer o asegurarme que realmente eres feliz, y que yo no estoy allí. 

Eres y seguirás siendo parte de mi, pero soy consciente de que debo cambiar mi modo de operar. No me hace bien pensarte, no me hace bien mirar tu vida, y aunque me cueste no "saber de ti", sé que es lo mejor que debo hacer para superarte, para volver a encontrarme conmigo.

Es cierto que no fuiste tan leal como quise, pero el corazón no cree eso, maquillo algunas cosas para no hacerte quedar mal y aun a esta altura, cuando ya estás con alguien mas, sigo declarándote inocente, limpia, eso me lleva a preguntar si hay un acto de amor mas incondicional que ese, y esto, aunque nunca lo sepas, aunque nunca te enteres, es lo que demuestra el significado que tienes para mi.

He tratado de limitar mis sentimientos pensando en tus defectos físicos y emocionales, pero es en vano, pues cada uno de ellos me encantan, me atraen, me excitan, me seducen. Me encanta tu cabello desalineado, tus labios carnosos y el lunar que los vigila; amo tus estrías, tu celulitis, el grosor de tus piernas y tu olor corporal; adoro tus ojos verdes, tu cuello larguirucho, tus manos suaves y tu espalda rígida; me gusta lo suave de tu piel, tu papada inocente, la forma deforme de los dedos de tus pies y el sabor y los sonidos de tu intimidad. 

Es increíble cuando logras descubrir en los defectos un manantial de sensaciones que te convierten en virtuosa, y debo vivir con que todas esas vivencias ya no son para mi, ya no van destinadas a compartirlas conmigo.

Como el Cid Campeador debo desterrarte de mi corazón y de mi mente, debo declararte "persona no grata" para mis latidos y mis pensamientos, pero al mismo tiempo como Troya, invades cada espacio de ellos, te acomodas e hibernas mientras yo sigo pasando el frío invierno. 

Por eso necesito una revolución para liberarme de tu dictadura, necesito un giro de 45, 90 y 180 grados, o no sé, porque lo único que sé que es debo olvidarte, debo sacarte aunque no quiera, repito, aunque no quiera, aunque te quiera. 

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